Unos señores
que deberían estar embargados hasta las cejas (para devolver una mínima parte
de lo que nos robaron) y sentados en un banquillo con un pie en la cárcel,
están en la calle irrumpiendo en el descanso de quien tuvo lo que ellos no tendrán aunque vuelvan a nacer. Gracias Adolfo Suarez por tu ejemplo !!!!
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